miércoles, 21 de marzo de 2018

La Poesía no definida



“Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra,en verso o en prosa”, es la definición de POESÍA de la Real Academia Española en su intento de marcar en los textos y el imaginario humano, unas palabras que organicen nuestro mundo abstracto y lleno de emociones eternas.


Hablar de poesía es ilustrar los sueños de la humanidad, es hacer de la palabra algo inalcanzable pero latente en cada uno de nosotros. La poesía no definida no es precisamente lo relativo a la ignorancia, es el secreto que no podemos confesar porque ésta es tan delicada que se nos va al intentarse pronunciar.

La necesidad de expresar este arte es inmemorial, pero por ese motivo y otros, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 21 de marzo como día Mundial de la Poesía, en octubre-noviembre de 1999.

El mundo es poeta, pues no podemos enumerar todos los realizadores de este arte. Si bien todos somos seres con sentimientos, además de creadores y emisores/receptores de signos, la poesía estará latente así no la conozcamos.

“Sabemos tan bien qué es la poesía que no podemos definirla con otras palabras”

Jorge Luis Borges, aclamado escritor argentino que paseó por los infinitos laberintos de los géneros de la literatura, también fue un poeta consagrado por ser un creador y crítico de la poesía.

Borges dice:

“He hablado al principio de definiciones. Para terminar, me gustaría decir que cometemos un error muy común cuando creemos ignorar algo porque somos incapaces de definirlo. Si estuviéramos de un humor chestertoniano (creo que uno de los mejores humores en que sentirse), diríamos que sólo podemos definir algo cuando no sabemos nada de ello”.

Esta introducción sobre la capacidad de definir frente a lo desconocido, es acorde con lo que expresaría el escritor para intentar darle cuerpo a este arte del verso y la prosa, “Por ejemplo, si tengo que definir la poesía y no las tengo todas conmigo, si no me siento demasiado seguro, digo algo como: poesía es la expresión de la belleza por medio de palabras artísticamente entretejidas”.

Borges considera que su propia definición es poco convincente, pero resalta que hay algo más allá, ese algo que surge cuando existe el hacer poético y que, por ende, constituye la verdadera definición.

“Hay algo mucho más importante: algo que nos animaría no sólo a seguir ensayando la poesía, sino a disfrutarla y a sentir que lo sabemos todo sobre ella. Esto significa que sabemos qué es la poesía. Lo sabemos tan bien que no podemos definirla con otras palabras, como somos incapaces de definir el sabor del café, el color rojo o amarillo o el significado de la ira, el amor, el odio, el amanecer, el atardecer o el amor por nuestro país”, puntualiza Borges.

“Quiero ser poeta”

El poeta (o vidente) francés, Arthur Rimbaud, se realizó en la creación de su propia realidad, como diría Pizarnik, pues en “Cartas del vidente” (escrita a sus 16 años de edad), a pesar de su casi inexplicables sentimientos, logró declarar (no adrede) que un poeta es en sí un algo indefinible al igual que su propia materia.

“Quiero ser poeta, y trabajo para convertirme en vidente: no va a poder entenderlo, y yo mismo no sabría cómo explicárselo. Se trata de llegar a lo desconocido a través del desorden de todos los sentidos. Los sufrimientos son enormes, pero uno debe ser fuerte, haber nacido poeta, y yo me he reconocido poeta”, escribió Rimbaud.

“Vivir poéticamente”

El poeta venezolano, Armando Guardia Rojas, es un predicador de la palabra poética, lo siente desde su tinta hasta en su carne imaginaria. Abraza el vivir de esa realidad sin límites, adentrándose a ramas del saber humano para que nuestro entendimiento no sufra de la abismal infinitud.

“Vivir poéticamente es vivir desde la atención: constituirse en un sólido bloque sensorial, psíquico y espiritual de atención ante toda la dinámica existencial de la propia vida, ante la expresividad del mundo, ante la sinfonía de detalles cotidianos en los que esa expresividad se concreta”, explica Rojas.

Para el poeta, el vivir poéticamente es también un mundo sin definiciones concretas, y por ello recurre a revelarnos nuestros sentidos más sensibles, como los indicados (purificados)  para desenvolvernos en el entorno.

“La atención esta orgánicamente entrelazada con el evento físico, psíquico y espiritual de estar —consciente—: en una palabra, con el despertar. Una milenaria tradición religiosa identifica el despertar, el hecho de estar despierto, con el arranque mismo de la vida del espíritu”, añade Rojas.

CRÉDITOS DE ILUTRACIÓN:
Muy cerca del ocaso de raynnerGIL
https://raynnergil.deviantart.com/art/Muy-cerca-del-ocaso-453917638
REFERENCIAS
http://www.un.org/es/events/poetryday/background.shtml




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