“Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra,en verso o en prosa”,
es la definición de POESÍA de la Real
Academia Española en su intento de marcar en los textos y el imaginario humano,
unas palabras que organicen nuestro mundo abstracto y lleno de emociones
eternas.
Hablar de poesía es ilustrar
los sueños de la humanidad, es hacer de la palabra algo inalcanzable pero
latente en cada uno de nosotros. La poesía no definida no es precisamente lo
relativo a la ignorancia, es el secreto que no podemos confesar porque ésta es
tan delicada que se nos va al intentarse pronunciar.
La necesidad de expresar
este arte es inmemorial, pero por ese motivo y otros, la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) proclamó el 21 de marzo como día Mundial de la Poesía, en
octubre-noviembre de 1999.
El mundo es poeta, pues no
podemos enumerar todos los realizadores de este arte. Si bien todos somos seres
con sentimientos, además de creadores y emisores/receptores de signos, la
poesía estará latente así no la conozcamos.
“Sabemos
tan bien qué es la poesía que no podemos definirla con otras palabras”
Jorge Luis Borges, aclamado
escritor argentino que paseó por los infinitos laberintos de los géneros de la
literatura, también fue un poeta consagrado por ser un creador y crítico de la
poesía.
Borges dice:
“He hablado al
principio de definiciones. Para terminar, me gustaría decir que cometemos un
error muy común cuando creemos ignorar algo porque somos incapaces de
definirlo. Si estuviéramos de un humor chestertoniano (creo que uno de los
mejores humores en que sentirse), diríamos que sólo podemos definir algo cuando
no sabemos nada de ello”.
Esta introducción
sobre la capacidad de definir frente a lo desconocido, es acorde con lo que
expresaría el escritor para intentar darle cuerpo a este arte del verso y la
prosa, “Por ejemplo, si tengo que definir la poesía y no las tengo todas
conmigo, si no me siento demasiado seguro, digo algo como: poesía es la expresión de la belleza por medio de palabras
artísticamente entretejidas”.
Borges considera que
su propia definición es poco convincente, pero resalta que hay algo más allá,
ese algo que surge cuando existe el hacer poético y que, por ende, constituye
la verdadera definición.
“Hay algo mucho más
importante: algo que nos animaría no sólo a seguir ensayando la poesía, sino a
disfrutarla y a sentir que lo sabemos todo sobre ella. Esto significa que
sabemos qué es la poesía. Lo sabemos tan bien que no podemos definirla con
otras palabras, como somos incapaces de definir el sabor del café, el color
rojo o amarillo o el significado de la ira, el amor, el odio, el amanecer, el
atardecer o el amor por nuestro país”, puntualiza Borges.
“Quiero ser poeta”
El poeta (o vidente)
francés, Arthur Rimbaud, se realizó en la creación de su propia realidad, como
diría Pizarnik, pues en “Cartas del vidente” (escrita a sus 16 años de edad), a
pesar de su casi inexplicables sentimientos, logró declarar (no adrede) que un
poeta es en sí un algo indefinible al
igual que su propia materia.
“Quiero ser
poeta, y trabajo para convertirme en vidente: no va a poder entenderlo, y yo
mismo no sabría cómo explicárselo. Se trata de llegar a lo desconocido a través
del desorden de todos los sentidos. Los sufrimientos son enormes, pero uno debe
ser fuerte, haber nacido poeta, y yo me he reconocido poeta”, escribió Rimbaud.
“Vivir poéticamente”
El poeta
venezolano, Armando Guardia Rojas, es un predicador de la palabra poética, lo
siente desde su tinta hasta en su carne imaginaria. Abraza el vivir de esa
realidad sin límites, adentrándose a ramas del saber humano para que nuestro
entendimiento no sufra de la abismal infinitud.
“Vivir poéticamente es vivir desde la atención: constituirse en un sólido bloque sensorial, psíquico y espiritual de
atención ante toda la dinámica existencial de la propia vida,
ante la expresividad del mundo, ante la sinfonía de detalles cotidianos en los
que esa expresividad se concreta”, explica Rojas.
Para el
poeta, el vivir poéticamente es también un mundo sin definiciones concretas, y
por ello recurre a revelarnos nuestros sentidos más sensibles, como los
indicados (purificados) para
desenvolvernos en el entorno.
“La atención esta orgánicamente entrelazada
con el evento físico, psíquico y espiritual de estar —consciente—: en una
palabra, con el despertar. Una milenaria tradición religiosa identifica el
despertar, el hecho de estar despierto, con el arranque mismo de la vida del
espíritu”, añade Rojas.
CRÉDITOS
DE ILUTRACIÓN:
Muy
cerca del ocaso de
raynnerGIL
https://raynnergil.deviantart.com/art/Muy-cerca-del-ocaso-453917638
REFERENCIAS
http://www.un.org/es/events/poetryday/background.shtml
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