domingo, 22 de abril de 2018

REVISIÓN- Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco



Los cucos son una familia de aves muy curiosas, y diversa en su taxonomía. En efecto, no es propio generalizar el comportamiento de éstas aves. Ver (o volar) sobre un nido de cucos seria también dar con otra especie muy diferente de aves, dado que los cucos (una minoría) son pájaros de reproducción parasitaria, eso quiere decir que depositan sus huevos en otros nidos. Otra característica es que se suele dividir su comportamiento: las hay solitarias y tímidas; pero en contraste, una especie de esta familia son los anis: sociales y extremadamente confiadas con otras aves, e incluso seres humanos.


Ésta pequeña introducción zoológica, abre sus alas para dar con la novela One Flew Over the Cuckoo's Nest, cuya traducción al castellano vendría siendo: Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, o Sobre un Nido de Cucos Voló Éste; Existe un título de la misma con ausencia de sentido estético y metafórico y es, tal vez, el más conocido de nuestra habla: Atrapado sin Salida. Escrita por el novelista estadounidense, Kenneth Elton Kesey, mejor conocido como Ken Kesey (1935-2001), en el año 1959 pero publicada posteriormente en 1962, ésta obra dio inicio a su carrera de escritor y es la más representativa de su repertorio, pues es un esfuerzo por abatir el autoritarismo y la opresión, velada por una sociedad pasiva y riada de confusiones, alejada de la oportunidad de forjarse así mismo (como lo diaria el filósofo Sartre) en el contexto de una falsa civilización.

Antes de su primera  publicación literaria, Kesey dio por terminada dos novelas que nunca dieron luz, pero que se enfocaron por separado en temas como la explotación humana, y sobre los llamados “beatnik” (estereotipo); éste, término derivado de una calificación crítica que se le dio a los seguidores de la Generación Beat (movimiento literario que se originó en Estados Unidos, por un reducido número de autores que se centraron en desarrollar una nueva narrativa experimental, orientada en lo espiritual, el rechazo de las condiciones sociales, y la liberación en sus diversas corrientes, entre ellas, las drogas).

Desde ese entonces, pasaron aproximadamente 2 años para que el estadounidense escribiera Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco. Fue por infortunio (tal vez) del tiempo y los cambios sociales que la novela de Kesey se diera en el paso de la era post-beat, ya disminuida la fama de ésta (ya que tuvo su impacto positivo esencialmente luego de la Segunda Guerra mundial, hasta abarcar los años 50s), y diluida en una nueva corriente, la hippie de los años 60s.

El autor experimentó cambios en su entorno al escribir ésta novela; como por ejemplo, el Movimiento por los derechos Humanos, principalmente de los afroamericanos; y fundamentalmente, la resistencia del activismo político de los indígenas en el país. Ésta última, impulsada en gran medida luego de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial (momento en que 44,000 nativos sirvieron en el ejército); terminada la guerra, los cambios que produjo en las tribus fueron negativas. Dejó como consecuencia la discriminación (calificando a los indígenas como “jefes” de manera despectiva, a pesar de que los rodeaba la leyenda del hombre fuerte), y la perturbación de la economía sobre las tierras.

Pero la experiencia directa de Kesey para Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, fue servir como asistente en un centro de salud mental en Menlo Park, California. Que bajo el manto de las noches, atendía a veteranos de las dos guerras que paraban de forma deprimente en esos hospitales sombríos. Pero para el joven escritor, que apenas superaría los veintitrés años de edad, fue momento oportuno para vivir ciertos temas capitales de la Generación Beat que resumió Ginsberg en 1982: liberación espiritual, desmitificación de las drogas, apreciación a la idiosincrasia frente a la reglamentación, y el respeto por las tierras, la fauna y los indígenas. Y es de resaltar que, durante su estadía con los pacientes, él también fue voluntario en el proyecto MKUltra (un programa de control mental de la CIA, que experimentaba drogas en seres humanos de manera ilegal, en parte), consumiendo psicoactivos que lo hicieron coincidir con los “enfermos”.

Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco
Narrado en primera persona por uno de los protagonistas, el Jefe Bromden (mestizo entre una blanca y un nativo), desde su visión confusa y casi onírica (por los antecedentes que tuvo: la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente, con el abuso del gobierno contra su padre y la etnia), describe una serie de acontecimientos que dieron emisión con la llegada de Randle McMurphy, un hombre que carga con una acusación legal, pero que no llegó a su término; él es trasladado a una granja de trabajo y posteriormente (por un curioso detalle) acaba en el hospital mental donde se desarrolla la historia. La presencia de McMurphy “perturba” desde principio a fin la psique de los pacientes, pues él es un hombre rebelde y liberal que, por humano que sea, también tiene sus vicios y defectos, contagiando así su entorno. Pero el hospital mental es una institución donde predomina la enfermera Ratched (o Gran Enfermera), antagonista que ejerce una disciplina disimulada pero tiránica; ella es adversaria acérrima de los cambios que acontecen.

Los personajes pueden clasificarse de la siguiente manera: El Personal (enfermeras, doctores, guardias, y mantenimiento), los pacientes (agudos y crónicos), y los del Exterior (personajes que no pertenecen al hospital). Es por esa razón que el desenvolvimiento en el espacio y contexto de la historia tiene una suerte de “jaula”, en donde el Personal es quien mantiene la “estabilidad”, los Pacientes son los pajaritos aprisionados, y los del Exterior: simples observadores que participan de vez en cuando.

“One Flew Over the Cuckoo's Nest”, es parte de una rima infantil que puede ser tratada alegóricamente. Como se menciona en la introducción, algunos nidos de cucos son producto de una acción parasitaria. No todos los huevos que se incuban pertenecen a la familia de aves que fueron en un principio. Esto da lugar a la representación del hospital mental, una jaula que contiene nidos de cucos. Los seres que habitan dentro de ella no son en esencia lo que se creería de ellos a primera vista. Es un juego de apariencias, pero creado por un acondicionamiento macabro de la sociedad de no aceptar a “los diferentes” o a quienes ven el mundo con otro sentido. Así pues, los pajarillos que fueron depositados allí, una vez fueron hombres con ciertas libertades.

Es una referencia casi heroica, mítica, la llegada de “alguien” que vuele sobre el nido de cucos. Sin duda un peregrinaje a la redención (puede que involuntario), pero que al fin y al cabo termina siendo la formación espiritual del mencionado, que se desprende del materialismo, de los latidos de su propio corazón. (Al igual que los enigmas, ¿Quién sabe?, puede que ese “alguien” sea un cuco perdido que despertó a los demás, demostrando que ellos no son su especie.)

En Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, desde un inicio, los seres no tienen dominio de sí mismo; incapacitados de forjar una naturaleza, recurren a la dependencia de la autoridad, una disciplina que los desnuda de la idiosincrasia, condenándolos a permanecer en “la niebla”, donde nadie los puede ver.

Todos los personajes, sin excepción, son víctimas de la “desnaturalización”. Afrodescendientes que llevan uniformes blancos, sirviendo de opresores al mismo tiempo que ellos son oprimidos en un contexto político, social y cultural. Pacientes que padecen de enfermedades mentales, pero que son tratados como vegetales; y otros que pueden revertir sus males, pero que son tentativos a permanecer por siempre a observar las paredes blanquecinas del hospital mental (y más aún, cuando se les aplica la lobotomía). Y un personal de enfermeras y doctores (no todos) bajo una fachada de seres mecánicos, ocultando la carne humana que tanto rechazan.

Ken Kesey utiliza (en pocas partes) estilos surrealistas sin llegar a lo excesivo; la simbología da rienda a interpretar temas como la libertad sexual, sin llegar del todo al lenguaje obsceno y subversivo que es tan peculiar en algunos escritores beat. Su narrativa es sencilla, ligera, reflexiva y humorística. Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco, es una alegoría que aplica desde el encarcelamiento de unos pobres pajaritos en una jaula, hasta una dictadura en un país cualquiera; contada por un personaje que está en los zapatos de esa misma historia, un mestizo que, por abarrotado de confusiones, quiere “contemplar de nuevo el paisaje” de un mundo humano, empático y libre, pues ya está volando sobre ese nido de cucos, ¿qué otra cosa le queda hacer?

Por último, un dato curioso que complementa la introducción: en la mitología de las tradiciones hindúes, el cuco es compañero (junto a otros) de Kamadeva, dios del amor y el anhelo. Y también es símbolo de la primavera: del renacer y la juventud.

VERSIÓN LEÍDA:
Atrapado sin Salida de Ken Kesey, 1962
Best Sellers
Editorial Oveja Negra. 1984



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