¿Vale la pena ver
adaptaciones? este es un tema que ha permanecido desde que las adaptaciones han
defraudado o han cambiado de un todo las historias originales (ya sean libros,
películas, videojuegos, entre otras). Y Resident Evil
no es un ejemplo
cualquiera, pues hablamos de una franquicia exitosa que comprende videojuegos,
cómics, novelas, películas y coleccionables. Originalmente como videojuego,
Resident Evil nació en 1996 gracias a su padre Shinji Mikami de la mano con la
desarrolladora Capcom. Franquicia que surgió como exponente moderno del género
del terror del cuerpo y el psicológico, en el contexto de una historia llena de
zombis y una empresa que se dedica a sus experimentos; pero… ¿Qué ocurre con
Resident Evil en sus adaptaciones filmográficas? A continuación mi apreciación:
Para hablar de las
adaptaciones filmográficas de Resident Evil no se puede dejar de mencionar a su
director Paul W. S. Anderson, pues no sólo dirigió la primera, sino que también
siguió participando como productor y escritor en las secuelas en donde no
participó como director (hasta Resident Evil: Afterlife, en donde volvió a
dirigir al igual que sus siguientes secuelas). Siempre he pensado que, para
evaluar una película, antes hay que ver quiénes son los creadores o
responsables de ella. Anderson es un director que ha sido famoso por las
adaptaciones de Resident Evil, detrás de ello existen obras como Alien vs. Predator, y la primera
adaptación que hizo a base de un videojuego, Mortal Kombat (1995) del cual surgieron criticas mixtas pero que al
final se convirtió en una película de culto; sin embargo es un director con
fracasos, películas como Event Horizon
y Soldier. Sin darle mucha vuelta al
asunto, es sin duda un director dedicado a la ficción y la acción extrema, y en
mi apreciación personal esto último es lo que ha hecho que parte de los fans de
Resident Evil desprecien las adaptaciones filmográficas de la saga. Pues
Resident Evil no surgió de la acción, surgió del terror como protagonista, más
allá de las acciones de sus personajes o en lo que se envuelve el contexto de
la historia, el terror es lo más importante que se aprecia en sus orígenes (en los
videojuegos).
La adaptación filmográfica
de Resident Evil, que nació en el 2002, fue sin duda un ingenio por parte de su
director, pues recreó una historia libremente basada en el videojuego, una
historia prácticamente dependiente, ¿pero qué falló? Era una película con más
acción que terror (personalmente no le veo el terror, pero así está calificado
como genero), y si para los amantes del horror ésta película fue una decepción
para aquel entonces, no se podían imaginar lo que se aproximaba en años
posteriores. Resident Evil fue adaptada en su historia con 5 películas más (sin
contar el próximo estreno de Resident Evil: The Final Chapter para el 27 de
enero). El historial de críticas que les hicieron a las múltiples secuelas es
de una valoración mixta. No ha sido una adaptación perfecta, pero tampoco ha sido
una para botar a la basura. Ya Anderson nos hizo comprender que, sus
adaptaciones de Resident Evil no son una copia del terror de su original, sino
una adaptación libre. Entonces, es aquí donde reflexiono con la pregunta ¿vale
la pena ver las películas de Resident Evil?, diría que sí. Pero este “SI” es
con una aceptación de que no es Resident Evil en esencia, sino una adaptación
que recogió elementos de la franquicia y las envolvió en el género de la acción
(es curioso que el videojuego Resident Evil 4, fue un cambió de la saga, aparte
de la historia y la jugabilidad, el género; introdujeron la acción en
equilibrio con el terror, y a partir de allí el videojuego cambió más al
género acción). Y si la apreciamos en su
individualidad como película, vemos que no es tan mala como parece. Es sustanciosa,
y aparte de esto, efectiva comercialmente. Pero tengo una apreciación que no se
si calificarla de buena o mala, últimamente (en específico las 2 últimas
secuelas) han introducido mucho más elementos de la franquicia original de
Resident Evil, me explico, personajes y enemigos. Ahora, esto último se puede
traducir de la siguiente manera: tratar de captar al público que tiene más
apego a los videojuegos de dicha saga, o en el peor de los casos, falta de
creatividad para seguir con la historia.
Sin embargo, considero que
las adaptaciones filmográficas (como ya lo había explicado antes), no son una
mala opción para disfrutar de una historia ambientada en el mundo Resident
Evil. Y ahora con la próxima entrega de Resident Evil: The Final Chapter, que pretende
ser la última entrega de la misma. Veremos qué nos ofrece Anderson con su
historia apocalíptica, y de una Alice frente a los devastadores experimentos de
la Corporación Umbrella. En fin, considero que las películas de Resident Evil
tienen cuerpo suficiente (y eso lo ha demostrado su vigencia) para que se
valoren, y sean parte de la cultura pop de este mundo ficticio de zombis, pero
no es lo mejor que existe en este mundo.
Vaya vaya... Bueno, le daré una oportunidad a las películas. Quien sabe, tal vez terminen gustándome.
ResponderEliminarLo mejor es darles una oportunidad y formar ese criterio. Desde luego que no tienen la misma calidad que los videojuegos, pero independientemente de eso, valen la pena. Un saludo!
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